INTERVENCIÓN DE ESTADOS UNIDOS EN OTROS PAÍSES

Por: Carola Pozo Cortez

Albert J. Beveridge, historiador y politico norteamericano, resume el pensamiento
expansionista y hegemónico de la época. 

Una vez que Hispanoamérica logró su emancipación en 1820, la presencia colonial de España en América quedó reducida solo a dos islas del Caribe: 

• Cuba
• Puerto Rico

Estas islas significaban para la metrópoli considerables ingresos, pero había un factor que inquietaba muchísimo a España y era la creciente influencia en la región de Estados Unidos, que en la segunda mitad del siglo XIX absorbía mas del 40 % de las exportaciones cubanas de azúcar, mientras que España solo el 12%.

Tras el incidente del acorazado Maine, Estados Unidos declaró la guerra a España, se
adueñó de Puerto Rico y ocupó militarmente la isla de Cuba ya que debía asegurar su plan inversionista en dicho lugar.

Así y definitivamente, en dos conflictos encadenados, España perdió sus últimas colonias en el continente americano. 

EL HUNDIMIENTO DEL MAINE

El 15 de Febrero de 1898, hacía explosión en la bahía cubana el acorazado
 americano Maine. Una táctica desarrollada por los americanos para tener
 un motivo lógico para declarar la guerra a España y luchar por la posesión de Cuba.

Se sospecha de que se trató de un "desperfecto" provocado intencionalmente por los marines, si bien Estados Unidos alegó que la explosión había sido originada por una mina española. Con este pretexto, en 1898, Washington declaró la guerra a España.

El Tratado de París puso fin a la guerra entre España y Estados Unidos. En Cuba, la ocupación militar se mantuvo hasta 1902. La isla era crucial para los Estados Unidos, interesados en el control del Caribe como parte de su política de defensa.

Con este objetivo, en 1900 se aprobó una constitución de carácter liberal, a la que se incorporo la "Enmienda Platt", aprobada por el congreso de Estados Unidos, por la cual este país mantenía el derecho de intervenir en la isla para salvaguardar sus intereses.  Cuba quedó en manos de los capitales estadounidenses.  De este modo, tanto Cuba como Puerto Rico se convirtieron en territorios sometidos.