Por: Carola Pozo Cortez
Las fuerzas ocupantes de Caracoles enviaron varios batallones hacia Calama, donde se había organizado el único reducto de defensa boliviano al mando de Ladislao
Cabrera, quien contaba con una mayoría civil inferior a doscientos hombres parapetados con armas de todo tipo, sin embargo las tropas chilenas avanzaron sin grandes contratiempos, con una victoria fácil y rápida.
14 DE FEBRERO DE 1879
INVASIÓN A ANTOFAGASTA
Una vez que las fuerzas Chilenas hubieron ocupado atropelladamente Antofagasta, las mismas, al mando del Coronel Emilio Sotomayor, se desplazaron hacia Mejillones y Caracoles y prosiguieron su accionar hacia el norte ocupando Cobija y Tocopilla.
Las fuerzas ocupantes de Caracoles enviaron varios batallones hacia Calama, donde se había organizado el único reducto de defensa boliviano al mando de Ladislao
Cabrera, quien contaba con una mayoría civil inferior a doscientos hombres parapetados con armas de todo tipo, sin embargo las tropas chilenas avanzaron sin grandes contratiempos, con una victoria fácil y rápida.
Bolivia envió al Perú al Ministro Serapio Reyes Ortiz para que invocase el casus foederis del Tratado de Alianza defensiva de 1873 y así comenzaba la guerra del Pacifico, la guerra por la conquista del salitre de Atacama y Tarapaca, fomentada por empresarios sin escrúpulos, políticos concusionarios y la presión de la oligarquía chilena ávida de ganancias a lograrse con la sangre del "roto", siempre marginado de una sociedad egoísta y del "huaso", enfeudado a los latifundistas, apegados a la tradición de los encomenderos coloniales.
La Cancillería de Chile, para justificar su guerra de conquista, el 3 de marzo de 1879, envió al cuerpo Diplomático una circular, publicada el 18 de febrero de aquel año, ofreciendo su propia antojadiza versión de los hechos y hablando de la "reivindicación" de Atacama
La Cancillería de Chile, para justificar su guerra de conquista, el 3 de marzo de 1879, envió al cuerpo Diplomático una circular, publicada el 18 de febrero de aquel año, ofreciendo su propia antojadiza versión de los hechos y hablando de la "reivindicación" de Atacama
Fuente: Bolivia, Patricio Rubio Romero
El Litoral Boliviano, Raul Botelho Gosalvez
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