Por: Carola Pozo Cortez
Localización del Departamento del Litoral Imagen: Wikipedia.org |
La posesión pacifica del litoral boliviano, desde la fundación de la República, se encuentra jalonada por numerosos actos jurisdiccionales, entre los que se pueden citar los siguientes:
En 1841, en los sitios denominados Orejas de Mar y Angamos, al sur de Mejillones, se dieron concesiones en arrendamiento, para explotar guano y salitre, a Domingo Latrille y a la firma Gumucio, Sanzetenea y Compañia;
El 2 de enero de 1841, cinco leguas al sur de Angamos, a Diego Lamb;
El 16 de abril de 1841, en la punta de Argamos a Juan Pio Ulloa;
El 13 de junio de 1841, en la isla El Cobre, al chileno Juan Garday o Gardaix,
Y asi sucesivamente, se dieron numerosas otras concesiones a ciudadanos británicos, españoles, francés y norteamericanos, para explotar guano.
A raíz de una exportación clandestina de guano del litoral boliviano a Gran Bretaña, por la fragata chilena Lacaw, los Tribunales británicos, a pedido del Cónsul de Bolivia en Londres, señor Antonio Acosta, y con el conocimiento y consentimiento del ministro chileno ante la Corte inglesa, señor Francisco Javier Rosales, condenaron aquel acto ilegal.
La promulgación de la ley chilena del 31 de octubre de 1842, cuestionó los actos jurisdiccionales bolivianos en parte de su litoral del Pacifico. Al respecto, hagamos un poco de memoria:
Casimiro Olañeta, ministro boliviano en Santiago, fue encargado de formular una reclamación diplomática para que dicha ley, que legislaba sobre territorio de Bolivia, fuese derogada; la Cancillería de Chile respondió a Olañeta que "estudiaría el asunto", pues "no podía modificar leyes de la Nación".
El año 1844 Chile creo la Provincia de Atacama. Su intención consistía en establecer un medio de paralogización internacional, tomando en cuenta que dicho país nunca tuvo hasta entonces, dentro de su territorio, ninguna zona con aquel nombre que iba a confundirse con la antigua Atacama de Bolivia.
Entre tanto, personas de nacionalidad chilena, que sacaban clandestinamente guano y salitre, vinieron efectuando incursiones furtivas al litoral boliviano.
En 1843 fue apresado, por autoridades bolivianas de Cobija, el barco chileno Rumena, sorprendido in fraganti en la tarea de recoger ilegalmente guano en el lugar denominado "Orejas de Mar".
En 1846 la goleta chilena Janequeo izó la bandera chilena en la Punta de Angamos, situada a los 23° 3'. Ante la reclamación del representante diplomático boliviano en Chile, Joaquin Aguirre, el Ministro de Relaciones Exteriores chileno Manuel Montt rechazo, "por inexacta" la reclamación, sin mencionar siquiera que Angamos fuera territorio chileno, como de rigor correspondía hacerlo, si Chile hubiese sido soberano de aquella región.
La atracción del salitre, unida a la circunstancia de que Bolivia contaba con escasa población en el Departamento del Litoral y reducidos medios para hacer prevalecer su autoridad, permitió a numerosos contingentes de aventureros y trabajadores chilenos internarse en aquel territorio para explotarlo, sin permiso de las legitimas autoridades bolivianas. Esta suerte de invasión pacifica, al ser denunciada ante el Gobierno de La Moneda, permitió al Canciller responder al representante boliviano que "no había llegado a su noticia la perpetración de aquel abuso y que había dado las ordenes necesarias para contenerlo".
En 1847 muchos chilenos estaban afincados en Mejillones, donde realizaban la explotación del guano, sin estar autorizados para ello; al ser apresados algunos de ellos por las autoridades de Cobija, para expulsarlos o bien para que tramitasen su radicatoria, intervino una fragata de la Armada de Chile, libertando a los detenidos y enarbolando la bandera de aquel país. Marinos del Sucre, bergantin armado boliviano, acudieron allí para arriar la bandera de Chile y demoler el pequeño fortín levantado por los chilenos en territorio boliviano.
Diez años mas tarde, en 1857, la fragata Esmeralda de la Armada de Chile, se apoderó de Mejillones mediante desembarco armado; el capitán de la nave ordeno que todos los empresarios que allí explotaban el salitre fuesen a recabar autorización a Valparaiso.
En forma simultánea el Intendente chileno, designado por los ocupantes, mediante una Ordenanza, decreto la anexión de Mejillones al Departamento de Caldera. Ante tan abierta violación del territorio boliviano, los industriales extranjeros que trabajaban legalmente, al amparo de las autoridades bolivianas, pidieron garantías al Prefecto de Cobija, manifestando que desde hacia tres años explotaban esos minerales, "sin la menor contradicción, vendiendo sus metales en Valparaiso, trayendo de allí y de otros puntos de la costa de Chile, víveres, gente de trabajo y maquinaria en los buques fletados para el transporte de los metales a Europa y los Estados americanos". El Prefecto de Cobija, carente de medios de fuerza, se limito a informar al Gobierno y a protestar por la ocupación de Mejillones.
Fuente: Historia de Bolivia, Carlos Mesa Gisbert
Bolivia y Chile, Antecedentes históricos, Julio Cesar Valdes
La Usurpación en el Pacifico, Santiago Vaca Guzmán
La promulgación de la ley chilena del 31 de octubre de 1842, cuestionó los actos jurisdiccionales bolivianos en parte de su litoral del Pacifico. Al respecto, hagamos un poco de memoria:
EL SALITRE Y LOS LÍMITES
El descubrimiento del salitre y la naciente prosperidad peruana, a raíz de la explotación de las guaneras y calicheras de Tarapaca, incitaron a Chile a explorar los probables depósitos de guano y salitre de Atacama, y, mediante Mensaje al Congreso, el Presidente de Chile, don Manuel Bulnes, envió un proyecto de ley, que fue aprobado el 31 de octubre de 1842, en el cual declaraba como "propiedad nacional las guaneras e Coquimbo, del desierto de Atacama e islas adyacentes ".
Fronteras del Perú, Bolivia y Chile en 1866, trece años antes de la Guerra del Salitre
(Pons Muzzo 1962, 177)
Cartógrafo: J. Gálvez Almeida
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Casimiro Olañeta, ministro boliviano en Santiago, fue encargado de formular una reclamación diplomática para que dicha ley, que legislaba sobre territorio de Bolivia, fuese derogada; la Cancillería de Chile respondió a Olañeta que "estudiaría el asunto", pues "no podía modificar leyes de la Nación".
El año 1844 Chile creo la Provincia de Atacama. Su intención consistía en establecer un medio de paralogización internacional, tomando en cuenta que dicho país nunca tuvo hasta entonces, dentro de su territorio, ninguna zona con aquel nombre que iba a confundirse con la antigua Atacama de Bolivia.
SUCESOS CONCURRENTES ( Primera Parte )
Entre tanto, personas de nacionalidad chilena, que sacaban clandestinamente guano y salitre, vinieron efectuando incursiones furtivas al litoral boliviano.
En 1846 la goleta chilena Janequeo izó la bandera chilena en la Punta de Angamos, situada a los 23° 3'. Ante la reclamación del representante diplomático boliviano en Chile, Joaquin Aguirre, el Ministro de Relaciones Exteriores chileno Manuel Montt rechazo, "por inexacta" la reclamación, sin mencionar siquiera que Angamos fuera territorio chileno, como de rigor correspondía hacerlo, si Chile hubiese sido soberano de aquella región.
La atracción del salitre, unida a la circunstancia de que Bolivia contaba con escasa población en el Departamento del Litoral y reducidos medios para hacer prevalecer su autoridad, permitió a numerosos contingentes de aventureros y trabajadores chilenos internarse en aquel territorio para explotarlo, sin permiso de las legitimas autoridades bolivianas. Esta suerte de invasión pacifica, al ser denunciada ante el Gobierno de La Moneda, permitió al Canciller responder al representante boliviano que "no había llegado a su noticia la perpetración de aquel abuso y que había dado las ordenes necesarias para contenerlo".
En 1847 muchos chilenos estaban afincados en Mejillones, donde realizaban la explotación del guano, sin estar autorizados para ello; al ser apresados algunos de ellos por las autoridades de Cobija, para expulsarlos o bien para que tramitasen su radicatoria, intervino una fragata de la Armada de Chile, libertando a los detenidos y enarbolando la bandera de aquel país. Marinos del Sucre, bergantin armado boliviano, acudieron allí para arriar la bandera de Chile y demoler el pequeño fortín levantado por los chilenos en territorio boliviano.
Diez años mas tarde, en 1857, la fragata Esmeralda de la Armada de Chile, se apoderó de Mejillones mediante desembarco armado; el capitán de la nave ordeno que todos los empresarios que allí explotaban el salitre fuesen a recabar autorización a Valparaiso.
En forma simultánea el Intendente chileno, designado por los ocupantes, mediante una Ordenanza, decreto la anexión de Mejillones al Departamento de Caldera. Ante tan abierta violación del territorio boliviano, los industriales extranjeros que trabajaban legalmente, al amparo de las autoridades bolivianas, pidieron garantías al Prefecto de Cobija, manifestando que desde hacia tres años explotaban esos minerales, "sin la menor contradicción, vendiendo sus metales en Valparaiso, trayendo de allí y de otros puntos de la costa de Chile, víveres, gente de trabajo y maquinaria en los buques fletados para el transporte de los metales a Europa y los Estados americanos". El Prefecto de Cobija, carente de medios de fuerza, se limito a informar al Gobierno y a protestar por la ocupación de Mejillones.
Fuente: Historia de Bolivia, Carlos Mesa Gisbert
Bolivia y Chile, Antecedentes históricos, Julio Cesar Valdes
La Usurpación en el Pacifico, Santiago Vaca Guzmán
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